martes, 7 de octubre de 2008

Una mañana de uno cualquiera

Hoy no sé si me he levantado o si sigo en la cama todavía, de pie estoy, por lo tanto despierto; pero mi cabeza, un día más, se quedó en la cama.
¿Desayuno? Ni me acuerdo. La monotonía de los medios de comunicación me vuelven a acompañar al trabajo. Menos mal que por lo menos puedo ver a la nueva secretaria. Siempre he pensado que ya que no voy a salir de esta jodida oficina durante las próximas diez horas, ver una cara bonita me alegra parte del día; son esos segundos mágicos que hacen que la vida valga la pena, que mi cabeza se levante de la cama.
El resto del día; sumamente rutinario. A veces creo que prefiero la vida bohemia, alcohólica y sin sentido que otros se empeñan en practicar en la otra esquina, que el frío lujo en el que me muevo. Pero, ya estoy subido al carro, a ver quién me baja.
Espero despertar mañana, buenas noches.

3 comentarios:

.inad dijo...

Bien chunchet me alegro mucho de la existencia de este blog!! Hay que sacarlo todo, ya sabes, de dentro hacia afuera!
abrazoooootes

Mario dijo...

joder, que alegría ostia. No sabía nada de esto;

Que bueno Lance, me gustan tus historias, danos más;
un abrazo fuerte,hasta pronto

mEdina tolEdo_andrÉs dijo...

Onírico? Precioso.
no pares de escribir.